viernes, 29 de noviembre de 2013

MADRID RÍO



En las fiestas de invierno que llaman de Navidad, este año nos hemos ido a casa de Prince, Sissi y Grey y lo hemos pasado muy bien. Todo el mundo canta y se ríe y hay mucha comida y chuches y no para de pasar gente. Nos dejan una habitación muy grande arriba de la casa, al final de las escaleras, y Sissi se sube a dormir con nosotros. Por la mañana nos espera Prince en el descansillo y luego nos abren para salir al jardín. Aunque fuera hace un poco de frío, dentro se está muy bien.

Cuando Ángel se queda aquí me quedo siempre a su lado, pero cuando me deja unos días no me separo de Yolanda, que es, junto con Vito, la líder de la manada. Yolanda es hija del hermano de Ángel y tanto ella como su marido son muy buenos con los perritos.

A finales de marzo hemos ido a Cataluña, a ver a Asunción y los Carbó. Hemos recorrido desde las fuentes del río Llobregat en los Pirineos hasta su desembocadura en Barcelona, que es una ciudad muy grande muy grande con puerto de mar y playas como las que me gustan. Hemos recorrido la ciudad y las playas, y así todos contentos. 


En Barcelona hay un parque delante de una Iglesia muy moderna dedicada a la Sagrada Familia y estuvimos jugando Asunción y yo por todas partes. Al final nos sentamos en un banco para ver atardecer sobre las torres y nos fuimos a buscar a Marta, su hija.

Tienen una perrita, Nuska, que es muy muy mayor y que apenas se puede mover. También hay gatitos en el patio y otro, que se llama Fritz, que es de Marta y Jordi. Puede que me haya comido alguna bolita de Fritz alguna vez, pero más que nada para probar a qué sabe la comida de los gatos.

Lo más gracioso es que tienen periódicos en el suelo de la cocina y yo los he tomado por los que tengo en casa para el pis, y me lo he hecho encima de los papeles. No debía ser así porque Ángel me ha sacado al patio y no me ha dejado terminar, mientras todos se reían.


Hemos vuelto a casa y ahora el parque se está llenando de flores y pajaritos. Lo llaman Madrid-Rio, aunque más bien lo que hay es un arroyo al que han embalsado, con un parque muy largo a cada lado. 

Las praderas de hierbita nos quedan en la otra orilla. Como los árboles empiezan a brotar ahora hay cotorras verdes que arrancan ramitas de los árboles y se hacen nidos enormes encima de los abetos. Hay muchos gorriones, palomas, lavanderas, mirlos, urracas, tordos, jilgueros… y muchos otros. Dentro del agua había cormoranes en invierno y garzas, zampullines, gallinas de agua, tortugas, cangrejos de río, ánades y patitos blancos, además de las sempiternas gaviotas. 

Ya parece que han terminado el puente de los tirabuzones y ya se puede pasar por él de un lado al otro del río. Antes habían abierto dos pasarelas en forma de barca invertida y que están recubiertas de azulejos con dibujos de personas saltando y brincando. Y cada día hay más perritos nuevos y nos juntamos cerca de un puente muy grande todos los días. Siempre hay alguien que trae chuches y todos los perritos nos ponemos a saltar alrededor para que nos den nuestra ración. Los que más juegan son los perritos más jóvenes, claro, pero todos jugamos y nos perseguimos y lo pasamos en grande.


Kira siempre está enredando y jugando con una pelota azul. Tiene un estilo muy personal y los grandotes (perdón, los humanos), se ríen mucho con todos nosotros. De tanto jugar nos da sed, así que vez en cuando nos ponen agua de unas botellas para que bebamos y sacan cacharritos de plástico para poner el agua. 

Cuando no tienen cacharros llenan una bolsa o dos de las que se ponen para los perritos y nos las acercan para beber de uno en uno. 

Un día los perripanderos se han abrazado a un árbol centenario que iban a talar y que finalmente se ha salvado de las motosierras. Estaban seis personas rodeando el tronco con sus brazos y le decían cosas. El árbol no se ha movido, pero yo sé que les agradecía su gesto y apoyo.

También hay un peligro nuevo. Como hay muchas pistas y muy anchas, pasan muchas bicicletas, algunas muy deprisa y ya han atropellado a dos perritos que iban atados con sus correas. Han puesto carteles para que no vayan tan rápido pero algunas personas no saben leer o no los ven.

Aun así, me gusta mucho el nuevo parque de Madrid-Río.

No hay comentarios:

Publicar un comentario